EL JURAMENTO DE LOS HORACIOS – DAVID:
Jacques-Louis David fue una de las figuras centrales del Neoclasicismo. Realizó su aprendizaje
con Boucher, y en 1776 viajó a Italia
donde pudo admirar la antigüedad clásica que marcaría el estilo de su obra. A
su regreso a París, en 1780, David pintó sus mejores lienzos de temática
histórica, y fue nombrado académico (1784). Posteriormente participó
activamente en la Revolución en 1789, de la que fue considerado artista
oficial.
Jacques Louis David |
La muerte de Robespierre al ser guillotinado en 1794
le llevó a la cárcel, recuperando el prestigio con la llegada de Napoleón, quien le nombró pintor de
cámara, y para quien realizó numerosos cuadros dentro del llamado estilo
Imperio. Tras la caída y posterior destierro de Napoleón, David quiso exiliarse a Bruselas. A partir, de ese momento el
pintor francés se dedicó a pintar pequeños lienzos de temática mitológica y
retratos de emigrados napoleónicos.
Retrato de Napoleón en su gabinete de trabajo - Jacques Louis David |
Descripción Formal:
David plantea con gran equilibrio
toda la composición, mostrando una perfecta integración de las figuras dentro
del espacio arquitectónico, y asignado a cada figura o grupo una de las tres
arcadas del fondo. Esta separación permite ordenar a todos los personajes,
asumiendo así uno de los preceptos de la pintura neoclásica: la claridad
expositiva.
Juramento de los Horacios - Jacques Louis David |
Muestra un estilo
depurado y subordina el color al dibujo. El pintor se cuida mucho de perfilar
con gran delicadeza todas las figuras a través de un perfecto modelado
anatómico, que recuerda la pureza académica de la escultura clásica. Es
interesante percibir cómo el pintor prioriza la línea recta en los personajes
masculinos, y la línea ondulada en los femeninos, reforzando la actitud más
agresiva de los hombres y la más sentimental de las mujeres.
En cuanto a cromatismo, predominan en la escena las
tonalidades ocres, grises y rojas. Las tonalidades oscuras son utilizadas para
el fondo, y las claras para las figuras. El rojo, siendo utilizado en las tres
partes en que se divide el lienzo, permite al pintor equilibrar cromáticamente
la escena. Sin embargo, aún siendo un color llamativo e intenso, David
lo convierte en un color frío, apresado bajo la dirección de la línea,
ilustrando así a los nuevos gustos de la época.
Toda la escena se
encuentra bañada por una tenue luz, que entra desde la izquierda, sin que
exista ningún foco lumínico visible, solución que tiene su inspiración en Caravaggio.
Temática:
La obra se inspira en la
tragedia literaria Horacio, del dramaturgo francés del siglo XVII pierre
Corneille, basada a su vez en el libro Las décadas de Tito Livio. David
evoca el momento en el que los tres hermanos Horacios -hijos de Roma- juran ante su padre combatir hasta la
muerte contra los tres guerreros de la ciudad vecina de Alba Longa, los
hermanos Curiacios, para decidir qué
bando era el vencedor de la guerra por el control de la Italia central. En un
segundo plano, a la derecha, aparecen tres mujeres que lloran los
acontecimientos: de blanco una de las hermanas de Horacio, casada con un Curiacio, a su lado una hermana Curiacio,
casada con un Horacio; y en el fondo, la madre de los hermanos Horacio, que
cuida a los dos hijos de la anterior.
En su época, algunos
vieron reflejadas en el cuadro las simpatías revolucionarias del autor, puesto
que el profundo sentimiento del deber a la patria que infunde la obra, fue
interpretado como un ataque contra la autoridad del Estado monárquico.
Modelos e influencias:
La cultura y el arte
clásico de Grecia y Roma fueron sin duda el punto de referencia principal en la
obra neoclásica de David, tanto desde una perspectiva formal como temática. Sin
embargo, también es evidente la influencia de la obra de Rafael, de Poussin y de Caravaggio. De los dos primeros asumió
la perfección de la línea y el uso de composiciones equilibradas sobre estructuras
geométricas, mientras que de Caravaggio
recogió el tratamiento de la luz.
Su pintura fue punto de
referencia obligado para muchos otros pintores neoclásicos. Fue muy copiada por
ejemplo, la diferencia emocional de los personajes: heroica en los personajes
masculinos y sensible en la femenina.